Las ciudades van cambiando en la medida que cambian los hábitos de los consumidores, los centros comerciales y de entretenimiento se expanden e invaden y alternan grandes zonas urbanas, lo que por un lado representa comodidad, por el otro, saca a flote diferentes problemas, la polución, el ruido, a lo que se suma, en los últimos tiempos, factores climáticos extremos, agua, frío, calor, problemas cuyo eje de solución no es meramente la energía, sino el espacio.
No llegaremos a cambiar los hábitos que nos llevan a enfrentar estos problemas en el término de mantenimientos o de nuevos materiales cuando el mismo entorno es el que incide en el problema.
El pronóstico de los próximos años, nos deja un espacio de incertidumbre en donde los problemas de las ciudades se agudizan, y los cambios necesarios para neutralizarlos no parecen avanzar.
Entre otros hechos, la situación ha provocado que haya empresas que se han puesto al hombro la decisión del cambio de paradigma geográfico, como por ejemplo el desarrollo ambiental que implicó la zona de Puerto Madero.
Con ese ejemplo, las mejores oportunidades de empezar a pensar en viviendas sana como objetivo para una vida sana, es llevar el modelo a zonas tan invisibles antes y aportarle la visibilidad necesaria.
Este plan se lleva a cabo en la zona sur, donde inmobiliarias desarrolladoras emprendimientos la construcción de barrios cerrados, con las condiciones que mejor acomodan a los nuevos hábitos de los consumidores, compartir trabajo y placer, intervenir en el espacio doméstico con tecnología que permita realizar tareas sin necesidad de traslado, y aún así, contar con accesos sencillos a la ciudad.
Estas son características de los nuevos barrios en Ezeiza, que no necesita las soluciones de la ciudad, paliativos que nunca alcanzan, sino soluciones reales, residencias de alta gama que proveen servicios de hotelería, en espacios íntimamente relacionados con la naturaleza, el deporte, la diversión, gastronomía, entretenimiento, sin la invasión que todos estos factores de convergencia urbana provocan en espacios que se transforman sin planificación para el futuro, las ciudades toman formas sometidas a una intensidad sin control y la planificación no suele extenderse a factores como el cuidado del ambiente, o el riesgo por factores climático, tormentas o el ingrediente más imponderable de todos: cantidad de habitantes y hábitos.
Dimensionar las necesidades energéticas, el tratamiento de fluidos, la renovación y cuidado del entorno natural, son principios fundamentales en la agenda de la construcción en los nuevos barrios de la zona sur, ello ha provocado un auge inmobiliario hacia la zona, cuyas características más importante es la calidad de vida, pues los nuevos hábitos han inclinado la balanza hacia la vivienda sana, cuando tradicionalmente la vivienda ideal era la cercana al lugar de trabajo, ese aspecto ha dejado de tener el peso en la elección.
A pocos minutos de capital, con acceso fluido, barrios cerrados son de gran interés para inversores, el ambiente saneado, rodeado de lagos que permiten deportes acuáticos y la integración de elementos constructivos diseñados para el futuro, son una importante propuesta de las inmobiliarias que han apostado e invertido en la zona.
Desde la inmobiliaria Mazzei, comercializadora y constructora de estas propuestas nos indican que mucho del auge inmobiliario que sostuvo el sector durante los años duros se lo deben a la importante decisión de apostar a ese futuro que es hoy, en donde la vivienda sana implicaba convenir en factores independientes de la vivienda en sí, e incluso del entornos, con la idea de además, intervenir en el, con nuevos materiales de construcción, bajo la lupa de los problemas energéticos y climáticos, lograron llevar adelante estas ideas que hoy son una realidad.
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Autor:Propiedades
